Parte II

Por:  Elísabeth Lárez; Consultor Senior de Cuentas Corporativas en Modusistema desde 1996. Arquitecto egresada de UCV en el año 1984. Diplomado en Paisajismo en la UCV. Especialista en diseño de oficinas, en crear espacios y soluciones a la medida para las empresas. Con un amplio background en diseño de interiores, recomendación y especificación de mobiliario, materiales, color y ergonomía. Consultora en la aplicación  de los conceptos del Living Office de Herman Miller.

Dentro del marco de esta nueva realidad COVID 19, se recomienda a los líderes y gerentes de las empresas, que el regreso de su personal a la oficina debe ser de forma escalonada. Es necesario analizar quiénes pueden continuar trabajando desde casa, ya que con las nuevas distancias que se deben guardar, probablemente las actuales configuraciones no cumplan esos requisitos y sea necesario utilizar los puestos de manera alterna disminuyendo así, la densidad de ocupación de los espacios.

Ópticas para el ajuste de mobiliario

El ajuste del mobiliario de sus espacios puede ser evaluado bajo estas cuatro ópticas que se detallan a continuación: Distanciamiento, orientación, límites y flexibilidad.

1. Distanciamiento

Recientemente la OMS ha sugerido cambiar el término de distanciamiento social por distanciamiento físico, ya que debemos mantenernos sanos físicamente; sin embargo, los seres humanos tenemos necesidad de socializar incluso para mantenernos saludables psicológicamente. Aunque se implemente el distanciamiento físico, se debe fomentar la interacción social. En cuanto a cuál es la medida correcta de ese distanciamiento, la OMS recomienda por lo menos 3 pulgadas o 2 metros entre los dos puntos medio de cada silla en la oficina.

2. Orientación

Es importante redistribuir la ubicación de las personas para evitar que estén “enfrentados” y cuidar así la separación de 2 mts. Probablemente en muchas oficinas deberán dejar vacío un puesto de por medio, estamos hablando que tendremos por lo menos un 37% de disminución de lugares de trabajo ocupados por planta.

Las rutas de circulación deberán ser evaluadas para encontrar la mejor dirección a seguir y evitar encuentros de frente y que interfieran con las medidas de distanciamiento. También, considerar en plantas grandes colocar en los nodos, puntos de desinfección.

3. Límites

En oficinas abiertas, se deben proteger a los vecinos de puestos de trabajo, proporcionando una partición sólida donde ahora no exista ninguna, con pantallas separadoras o elementos de almacenaje entre los puestos de trabajo y hacia los pasillos, éstos últimos deben tener alguna pantalla de protección.

Continúe fomentando reuniones virtuales. Para las áreas grupales y comunitarias, las compañías pueden considerar eliminar suficientes sillas o dejar una vacía intercalada debidamente marcada en las salas de reuniones y áreas de colaboración para permitir el distanciamiento físico recomendado. Es probable, que muchas personas prefieran realizar reuniones por video, en lugar de sentarse en una habitación con otras personas.

4. Flexibilidad

Mientras se reorganiza el mobiliario existente para que cumpla con las nuevas medidas de separación recomendadas entre usuario, se pueden ubicar esos empleados en forma de zig-zag, “M o W”, al mantener el puesto vacío de por medio lograr obtener la distancia segura.

En cuanto a los materiales, en la medida de lo posible se debe considerar los que sean de fácil limpieza para poder cumplir de manera sencilla los protocolos de sanitización. En muchos casos se sustituirán algunos accesorios como por ejemplo cojines.

Estas son solo algunas recomendaciones generales, pero para cada empresa debemos hacer una evaluación donde juega un papel muy importante su naturaleza, su dinámica, su ADN empresarial y la distribución de su mobiliario ya que cada organización es única.