¿Qué pasará cuando retornemos a las oficinas?

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Como parte de una serie de investigaciones que se están llevando acabo sobre cómo el diseño está influyendo en medio de la pandemia del COVID-19; la escritora y expositora, Janet Pogue McLaurin, responsable de co-liderar el área de “Prácticas en el lugar de Trabajo” en la firma global de arquitectura y diseño Gensler, fundada en 1965; publicó el pasado 3 de abril, un artículo sobre cómo está previsto que se aborde el regreso de las personas a sus oficinas.

En su nota, Pogue McLaurin afirma que el Coronavirus ha puesto al mundo de cabeza, y agrega: “ahora que las personas se están acostumbrando a trabajar desde sus casas, muchas empresas se han empezado a preguntar de qué forma pueden prepararse para ofrecer a sus empleados un regreso seguro a sus oficinas cuando la crisis termine”.

Continúa: – “Datos recientes del Instituto de Investigación de “Sitios de Trabajo” de Gensler, muestran que un ambiente de trabajo bien diseñado, aún es el sitio donde las personas prefieren estar. En un estudio realizado por el área de Sitios de Trabajo en 2.020 de Gensler, se preguntó: ¿Entre las opciones de trabajar en casa, en la oficina, en el espacio de trabajo compartido, o en un café, qué prefiere la gente? Sin duda alguna, la oficina fue el sitio de preferencia de las personas para desempeñar sus labores, siempre que este diseñada en función de los requerimientos de su trabajo”.

De cualquier forma, antes de que la gente pueda regresar a sus oficinas, es necesario asegurarse que los empleados se sientan seguros, saludables y valorados en su sitio de trabajo. Y mientras seamos capaces de entender el alcance de las nuevas habilidades y hábitos que estamos desarrollando mientras trabajamos en masa desde casa, es necesario empezar a planear el momento cuando cientos de miles de personas regresen a sus trabajos al terminar la cuarentena. A continuación, Janeth Pogue enumera algunos pasos que las compañías deberán asumir en el corto plazo.

Planeando el futuro cercano

Mantener la distancia. A menos que la gente use máscaras, es necesario seguir aplicando la regla de los 2 metros de distancia social en el lugar de trabajo hasta que la vacuna del Covid-19 no sea descubierta, el virus tratable, y no haya riesgo para la salud de los empleados. Entretanto, los empleados deben eliminar el exceso de sillas de las salas de conferencia que tengan más de 10. Separar los espacios de trabajo colaborativos, para que la gente se encuentre más separada. Animar a las personas a trabajar virtualmente tanto como sea posible.

Bajar la densidad de las estaciones de trabajo. Esto puede representar un desafío en áreas donde el espacio para los escritorios sea pequeña, como algunos diseños de plan abiertos. En situaciones, donde el espacio entre escritorios es menor a 2 metros, hay que considerar el uso de otro escritorio para estar protegidos entre sí.  Esto se puede lograr haciendo que ciertas personas trabajen desde sus casas o ubicarlas temporalmente en otras áreas.

Lo ideal es que los empleados no estén frente a frente. Hay que considerar agregar particiones para escritorios sentados / parados que están unidos al escritorio y que se muevan hacia arriba y hacia abajo con el escritorio. El objetivo es bloquear virus potencialmente dañinos que puedan ser transmitidos al hablar, toser, o estornudar. También es preferible evitar situaciones en las que un empleado está parado mientras otro está sentado dentro de la misma burbuja de 2 mts.

Re-pensar los asientos dinámicos y sin asignar. Al regresar a la oficina, considere asignar, lo que usualmente fueron escritorios compartidos, a una sola persona, por un día o semana entera, y asegúrese de que esté desinfectado antes de que sea usado por otra persona.

Limite el uso compartido de dispositivos tecnológicos. Para evitar la transmisión de enfermedades, es preferible que provea de accesorios de tecnología tales como: mouse, teclado, o auriculares a cada individuo. Estos dispositivos son tocados a lo largo del día y es mejor no compartirlos sin desinfectarlos antes.

Protocolos de limpieza. La salud del empleado depende de la seguridad de un ambiente limpio. Las organizaciones deben implementar protocolos profesionales de limpieza no solo para las estaciones de trabajo, sino para las salas de conferencia, las áreas colaborativas, cafés, recepciones, y áreas comunes en intervalos regulares durante el día.  Se les debe proveer a los empleados antibacteriales y dispensadores de líquidos desinfectantes para las manos a lo largo de la oficina y especialmente en áreas compartidas. Si los trabajadores mantienen un escritorio limpio el trabajo será más efectivo.

Actualizar los sistemas de filtración de aire. El aire que respiramos, es también, un recurso compartido, así que invertir en sistemas de limpieza de aire para ambientes colaborativos debe ser contemplado, a través de la instalación de sistemas de purificación. Muchos de estos sistemas, arrojan en tiempo real mediciones de la calidad del aire en pantallas digitales para mantener informados a los empleados, y servirán como desinfectantes continuos, mejorando la calidad y reduciendo la proliferación de agentes contaminantes como virus, bacterias, gérmenes, humo, COV y cualquier otro elemento alergénico.

Practique la buena higiene. Refuerce la práctica de la buena higiene con baños bien surtidos con jabón y sustancias anti-bacteriales. Los empleados deben contar con dispensadores de desinfectantes que contengan entre 60−95% de niveles de alcohol, en las salas de espera, salones de conferencia y recepciones. No toque la basura. Los pomos de las puertas, dispositivos, lectores de tarjetas de entrada en áreas comunes, deben ser desinfectadas varias veces al día.

Agregue a la mezcla de materiales, elementos anti-microbios. Las empresas de manufactura están incorporando tecnología anti-microbios en el interior de los diseños de los elementos del diseño interior, tales como griferías de lavamanos, persianas, pinturas, y componentes de puertas— aplicando revestimientos que impiden la rápida reproducción de las bacterias. Considere usar estos materiales, especialmente en las salas de espera de los edificios, recepciones y áreas compartidas. La ciencia y la comprensión de las tecnologías anti-microbios están surgiendo, pero es importante tomar en cuenta que estos materiales en el corto plazo son estables, pero solo esto no surtirá efecto ante la exposición más adelante.

Empoderar a la gente. Considere como se pueden sentir sus empleados cuando se preparen para regresar a la oficina. En lugar de exigir que todos se reincorporen de una vez, considere proponerles que lo hagan por partes. Esta dinámica puede que no solo se mantenga la distancia social, sino que los empleados tengan una sensación de mejor sentido de control sobre su salud.

Esté abierto a nuevas formas y hábitos de trabajo.  Mientras más trabajemos desde el hogar, nuevos hábitos y nuevas formas de trabajo comenzarán a tomar forma. Descubriremos diferentes maneras de colaborar virtualmente, lo que quizá se extrapole a la dinámica al regresar a las oficinas. El flujo de trabajo y la comunicación debe mejorar. Debemos estar preparados para esos cambios y dejarlos desarrollarse.

Se espera que la pandemia de Coronavirus propicie una forma distinta de ver y percibir al mundo. Entonces, cuando esta crisis termine, podemos descubrir que ha habido cambios fundamentales en la forma en que trabajamos y en el diseño del lugar de trabajo. Pero sabemos que el lugar de trabajo sigue siendo importante. Construir una comunidad, reforzar la cultura de nuestra organización y fortalecer las relaciones con los colegas sigue siendo de lo que se trata el lugar de trabajo.

Artículo tomado de la página de Gensler. Escrito por: Janet Pogue McLaurin, co-líder del área de “Prácticas en el Lugar de Trabajo” de la firma de arquitectura Gensler

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